- No me creo que no te lo esperases, llevamos como Sid y Nancy desde hace meses.
- Summer, Sid le clavó un cuchillo a Nancy, siete veces, ¿vale? Tenemos algunas peleillas de vez en cuando, pero... No creo que me parezca a Sid Vicious.
- Cada jugador lanza un ataque-bostezo. Y espera 30 segundos a que el contrincante bostece. Si bosteza, punto para el atacante, si no bosteza, punto para el contrincante.
- El bostezo del contrincante que provoca que el atacante consiga un punto se considera bostezo-ataque.
El otro día mi madre me dijo que estaba guapa, y yo la miré con cara de asco diciéndole : "No estoy guapa".
Y entonces, dijo la frase: "¿Por qué te odias?".
Y le dije que yo no me odiaba, que simplemente sabía que no estaba guapa. En fin, que acabé reflexionando en la oscuridad de mi habitación y pensé, ¿Me odio?. Y puede que una frase inocente, que no quería significar lo que significaba me hizo darme cuenta que era posible. Que siempre me estoy infravalorando, que me esfuerzo mucho en el trabajo, y siempre tengo miedo de hacer las cosas mal, y cuando me dicen que soy de lo mejorcito no me lo creo. Que cuando veo a la gente por la calle pienso que todos son más monos que yo, y que no creo que mi carácter y mi forma de ser sea lo suficiente molón como para gustarle a la gente.
Y así fue como me decidí a escribir mis propósitos, que más que propósitos de año nuevo son una guía de supervivencia, una guía de reinvención, porque sí, siempre digo que me reinvento, pero todos sabemos que sigo siendo la misma.
Él es divertido, luchador, trabajador e inteligente. Le encanta la ciencia, leer, ver documentales y sabe muchas cosas de historia. Un MUY BUEN marido, y padre también. Fiel a sus ideologías.
Parte de lo que soy, y de como soy, es por él. Y aunque hace millones de años (no hay que olvidar que soy una viejota), no entendía sus enfados ni porque no me dejaba hacer determinadas cosas, creo que poco a poco lo he acabado comprendiendo.
Desde hace algunos años su mujer está enferma, y por tanto, ahora, además de padre, marido, hombre trabajador y amo de casa, se ha convertido en enfermero y médico. Ha pasado de tener una guía, a ser él, el guía.
Esa sensación de nostalgia que te atrapa, que empieza con un hormigueo y cuando te das cuenta tienes dormido todo el cuerpo.
Y no sabes cómo despertarlo, y disfrutas del cosquilleo pero también lo pasas mal, porque no quieres que se te duerma el cuerpo.
Y tu cabecita, que es la única parte del cuerpo que no está dormida, junto con tu corazón, se ponen a darle vueltas al asunto, y no llegan a ningún acuerdo. Eso sí, asumes que la nostalgia es parte de tí, y que aunque no quieras, aunque nunca te acuerdes, siempre habrá personas que ocuparon parte de tus pensamientos, y que a veces, cuando coincides con ellas en el bus y fingis que no os conocéis, o cuando planeas encuentros casuales donde finges que no te importan una mierda, te preguntas ¿qué paso?.
Y obviamente te planteas todas esas relaciones en stand by que hay en tu vida en este momento. Y te preguntas si fue un error ... o fue lo mejor que podrías haber hecho.
Y te planteas que si hubiera sido distinto, que si las cosas no hubieran sido así. Pero ya es tarde, durante estos años has aprendido muchas cosas y esa sabiduría te dice que pares. Y todo ese hormigueo desaparece, y te pones en pie y caminas.
Ignorando, que al día siguiente, cuando escuches la misma canción, volverá a repetirse el proceso, y que, en el fondo, buscas la canción, sin saber por qué.