Cuando fui a ver Sexo en Nueva York 2 esperaba una historia, tampoco pretendía que la película tuviera un mensaje oculto, pero al menos que me contara algo.
Durante las casi dos horas y media de película, sólo se puede "disfrutar" de muchos modelitos mal conjuntados, una especie de crítica u observación al mundo árabe y cuatro historias personales que pasan de una menopáusica que se atiburra de hormonas, una madre que a veces odia a sus hijas, una casada con un marido que prefiere quedarse apalancado en casa antes que salir por ahí y una abogada que acaba de dejar su trabajo.
En definitiva, una pasarela de modelitos y unas historias que, para mi gusto, nada tienen que ver con la serie o la primera película.
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