Hablemos de amistad

Crecí con miedo a ser sincera con mis amigos, a decir lo que me molestaba, a no enfadarlos. Porque pensaba que si lo era, si decía algo que no aceptaran, se irían.

Hace 2 años y medio, decidí ser sincera, pensé que era mejor, para mi salud mental e interna, y para todo el mundo. La franqueza es un bien que no se cotiza.

El caso es, que al parecer, a la gente no le gusta la franqueza. Sorprendentemente, me he llevado bastantes rebotes y enfados. Aunque, tengo que reconocer, que también ha habido veces en las que cuando he dicho lo que pensaba no se lo han tomado mal.

Si un amigo es sincero contigo, no te está atacando, ni siquiera está en tu contra. Solamente te expone su opinión, su consejo, allá tú si lo tomas o lo dejas. Probablemente no lo tomes, pero qué más da. Cuando estés mal, esa persona seguirá estando ahí. Si no sabes verlo, si no saber apreciarlo, ni aceptarlo, a lo mejor, no mereces su amistad.

Esperar

De todos mis defectos, el peor, es que espero demasiado de la gente.
Y lo peor, también, es que a la que más afecta es a mi, porque soy yo la que me ofusco y la que se tiene que desofuscar.

El caso es que me encuentro un 5 de febrero (hace dos meses, mi cumple), esperando, no esperaba grandes cosas, ni que todo el mundo se acordara, pero si ciertas personas. Porque son importantes, y creo, que lo he demostrado. O porque dicen que soy importante para ellas. Pero no, ahí me quedé, esperando.

No estoy enfadada, ni cabreada, y no escribo desde el odio ni nada por el estilo, sólo necesitaba sacarlo, porque me estaba empezando a quemar.

A mi me gusta que me feliciten mi cumpleaños, aunque no me guste cumplirlos, pero me hace más llevadero el día. Y si los que se supone que son importantes no lo hacen, me pongo tristona.
Y soy así, y no voy a cambiarlo, porque tampoco lo considero algo muy malo.

P.D. Sólo lo hago para desahogarme, ya está.

Se acabaron los (respiros)

Ayer, mientras volvía de un largo día de trabajo y clases (6:30 - 21:30), me di cuenta, que todo el tiempo que había creído perdido, ha sido como un (respiro).

Después de todo, por casualidades de la vida, comienzo como acabé. (Yo sola me entiendo).

El caso es que todo fluye, y continúa tarde o temprano. Y el universo está ahí, fluyendo, y lo que es para tí lo será y lo que no, pues si no lo es, ¿para qué ofuscarse si no lo tienes?

Y después de esas reflexiones, acabas escuchando una canción con letra positiva (y si no la tiene, te encargas de encontrarle lo bueno), y acabas cantándola por la calle, y si no hay mucha gente, hasta bailas un poquito.

Porque ese tipo de días, me gustan muchísimo.

Give me a signal

Hola, soy yo, ¿me recuerdas?

Aquella que un día dejó de creer en todo. Aquella que se dejó ir. Aquella que todo lo veía negro.

Quiero pedirte un favor, necesito una señal. No es que crea que no me pasan cosas buenas, no es que crea que me hayas cogido manía. Solamente, quiero una señal, para volver a creer en ti, para volver a creer.

Me siento atrapada entre sueños que ahora mismo no puedo alcanzar, sé que si trabajo duro los conseguiré, pero, me da miedo que cuando los alcance ya no los quiera.
Ya sabes lo que opino, si algo es para ti, lo seguirás queriendo cuando lo consigas, pero, ¿Y si me canso por el camino?

Give a signal and I will believe again...

Reflexionando

¿No tienes la sensación, de que cualquier momento pasado, ocurrió en otra vida?

Cartas tristes de primavera I

Ayer estaba en una tienda, y por un momento, creí que habías entrado. Fíjate si me puse nerviosa, que dejé caer todos los collares al suelo.

Últimamente te veo en todas partes, no sé qué está pasando. Se supone que la desintoxicación sirve para eliminar las toxinas, no para que reaparezcan, y para colmo, es culpa de mi subconsciente. No tenía suficiente con controlar mis pensamientos, que ahora también tengo que vigilar mi subconsciente. No me puedo fiar de nada, ni de nadie.

¿Qué tal todo?

Por si te interesa, aquí todo bien. Descubrí un grupo nuevo, Russian Red, me gustan demasiado. Y no puedo parar de escucharlos, ni de emocionarme con sus canciones. Quizás debería de salir más, pero me faltan ganas, no sé qué me está pasando.

Parece que la primavera ha llegado, aunque por aquí no se nota mucho, ya sabes, sólo sale el sol a veces, o en verano. El precio que hay que pagar por vivir en París, no usar gafas de sol y llevar siempre un abrigo encima.

Hubiese estado bien que me hubieras escrito, alguna vez, ya sabes, por eso de no quedar tan mal. Aunque, ahora que lo pienso, mejor que no hubiera sido por estrategia o compromiso.

Y no te preocupes, no le conté nada a nadie, aunque a veces pienso que me vendría bien alguien de confianza a quien contarle las cosas. Debería de ser más abierta, y esperar menos de la gente.


Mientras guardaba la carta, bajo una carpeta encima del escritorio, Amapola pensó: "¿Eres idiota?", y la partió en cien trocitos, que acabaron en el cubo de basura.

[¿Continuará?]