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lunes, 28 de marzo de 2011

Hablemos de amistad

Crecí con miedo a ser sincera con mis amigos, a decir lo que me molestaba, a no enfadarlos. Porque pensaba que si lo era, si decía algo que no aceptaran, se irían.

Hace 2 años y medio, decidí ser sincera, pensé que era mejor, para mi salud mental e interna, y para todo el mundo. La franqueza es un bien que no se cotiza.

El caso es, que al parecer, a la gente no le gusta la franqueza. Sorprendentemente, me he llevado bastantes rebotes y enfados. Aunque, tengo que reconocer, que también ha habido veces en las que cuando he dicho lo que pensaba no se lo han tomado mal.

Si un amigo es sincero contigo, no te está atacando, ni siquiera está en tu contra. Solamente te expone su opinión, su consejo, allá tú si lo tomas o lo dejas. Probablemente no lo tomes, pero qué más da. Cuando estés mal, esa persona seguirá estando ahí. Si no sabes verlo, si no saber apreciarlo, ni aceptarlo, a lo mejor, no mereces su amistad.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

La amistad es algo muy bonito que no debemos dejar escapar, pero no sólo vale ser sinceros, tampoco hay que defraudar a la otra parte, o traicionarla, y eso ocurre muchas veces...

Caos dijo...

cuanto más transparente, más fácil se hace todo.
sigue practicando la franqueza, al que no le guste no te merecía.
un besote

Unknown dijo...

Muchos quieren amigos que les digan lo que quieren oir, no lo que realmente una piensa... esos no son verdaderos amigos...

Puedes considerarte buena amiga de tus amigos... y como dices, si no lo saben valorarlo, es que no se merecen tu amistad.

Duna dijo...

Los amigos no son aquellos que te dicen lo que quieres oir, son los que te dicen lo que realmente piensan aún sabiendo que no te lo vas a tomar del todo bien... En eso se basa la amistad: confianza, sinceridad, transparencia.

Por eso es tan complicado encontrar buenos amigos, y por eso es tan importante cuidarlos.

Creo que tomaste una de las decisiones más acertadas de tu vida: ser como eres y decir lo que piensas, y al que no le guste pues dos faenas tiene "enfadarse y desenfadarse", como dice mi madre.

YoMisma dijo...

Justo es eso, y cierto que no todo el mundo lo entenderá, ellos mismos con su circunstancias, pero si no podemos esperar y dar sinceridad a nuestros amigos... Qué nos queda?¿?

Saludines ^^,
YoMisma

Paula dijo...

hE perdido a más de un amigo y más de dos por decirles lo que pienso. Y no me arrepiento, allá ellos

Muaks

Ninfi dijo...

La sinceridad es un arma de doble filo.
Uno puede llevarse con sus compañeros de vida muy bien, bien, regular , mal y muy mal; y que está en su mano la elección.

Si en Sevilla yo dijese lo que pienso de la Semana Santa, perdería amigos. Y como quiero a mis amigos, y LOS CONOZCO, no lo digo. Y si lo digo, lo hago en Agosto, no en Marzo-Abril, cuando está la cosa en pleno acontecer.

Pienso ciertas cosas sobre la religión católica, que a ciertas personas podrían herir, y no las digo en su presencia, o las digo endulzadas, porque me importa más mi relación con esas personas que todas las mitologías católicas juntas.

He tenido compañeros de trabajo que me parecían amargados, tontos y mentirosos. Pero si los tengo que tratar todos los días, les ahorro mis impresiones personales sobre ellos. Así nos podemos llevar bien.

También tengo a una persona en la familia que siempre dice lo que piensa, caiga quien caiga... Solemos estar con ella el mínimo imprescindible.

Y es que vivir en sociedad es lo que tiene. Es un juego en el que la sinceridad absoluta... bueno, ya me entendéis.