De todas las veces que dije que lo sabía, no sabía nada.
De todas las veces que sonreí, no era realmente feliz.
De todas las veces que decidí reinventarme, ninguna fue de verdad.
De todas las veces que dije que todo había acabado, aun no había decidido poner el punto y final.
De todas las veces que dije que estaba bien, siempre estuve mal.
Autoengaño.
Cuando te autoconvences, para creer que todo está bien, pero realmente no has superado nada. Y probablemente, no reconoces sus efectos hasta que todo ha pasado.
1 comentario:
Cierto pero... necesario, ¿no crees? La actitud es muy importante para cambiar nuestro estado de ánimo. Yo también recurro al autoconvencimiento para sentirme mejor y, con el tiempo, ser feliz pero de verdad.
Ánimo guapa :)
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